El gran problema de la industria cinematográfica mexicana no radica en la calidad de las producciones, sino en la poca confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros para proyectar dichos trabajos en cartelera, dijo Jaime Ponce, profesor del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.

El cine mexicano tiene un mercado interno pobre y dudoso en el exterior, actualmente existen 40 películas mexicanas en espera de ser distribuidas y exhibidas, pero no pueden hacerlo porque los distribuidores temen perder su dinero, el pronto beneficio económico es lo que mueve a la industria», reconoció.

El Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) destina poco más de 100 millones de pesos anuales a producir cine mexicano, lo cual es insuficiente, sobre todo si se considera que películas como El crimen del Padre Amaro costó, por sí sola, 1 millón 800 mil dólares.

El hoyo, documental de Juan Carlos Rulfo, ha recibido apoyo y ganado varios premios, pero cuando salió en cartelera solo lo hizo con 50 copias, por esa razón no puede competir con otras producciones extranjeras que llegan a las salas de México con 500 o con mil copias», agregó el profesor de González Iñárritu en la Ibero.

-Abraham Aguilar