Cuando hablamos de la historia, el nombre de grandes científicos, matemáticos, geógrafos entre otros, es reconocido y aclamado, por siglos, el nombre de las mujeres era opacado, silenciado como olvidado, no fue hasta que el tiempo paso, que las letras de esos nombres salieron a la luz, a recordarnos, que cual ave fénix, los nombres resurgen de la ceniza para contar una nueva historia, e inspirar la sororidad, pues bajo su lucha, adoptaron la postura, nombre y apariencia de un hombre, con el único fin de cumplir sus objetivos, demostrando que la fuerza e integridad no son exclusivos de un género, sino de la mente, bondad y valentía de su ejecutor.

Juana de Arco una mujer campesina de Francia, lidero la armada francesa contra Inglaterra, sin tener conocimiento militar previo, convenció al príncipe bajo su ornamentaría de guerra como hombre, que le permitiera liderar la batalla, con apenas 19 años y un valor inmenso, gano la batalla de manera momentánea, y demostró que ser mujer no era impedimento para lograr lo que quisiera, aunque por ello le costara cambiar su apariencia y perder la vida.

Las letras de Charlotte Brontë tuvieron que adoptar un pronombre neutro, bajo el nombre de Currer Bell, veía como su historia tenia mayor oportunidad de ser criticada y juzgada sin el prejuicio previo del miedo colectivo por una mujer pensante y empoderada, disfruto sus logros admirando en silencio como a través de sus palabras enganchaba a los lectores, quienes caían rendidos ante su lectura, sin saber, que la mente maestra de una mujer los había cautivado.

En los años 1800, James Barry se convirtió en uno de los mejores cirujanos militar del ejercito británico, llegando a ser nombrado como el Inspector Medico de la colonia Británica, un ser honorable que brindo aportes, experiencia y salvo vidas, no fue hasta 1865, en su muerte, que después de prepara el cuerpo las autoridades sorprendidos, notificaron que no se trataba de un hombre sino una mujer que paso su vida luchando contra los estereotipos para que su nombre y aportes fueran reconocidos en un lugar donde la oportunidad a las mujeres no existía, su nombre Margaret Ann Bulkley.

Como estas mujeres existen un sinfín de historias, nombres que hoy son la inspiración de la revolución, del conocimiento y la inspiración, hoy gracias a ellas, a su rebeldía y perseverancias tenemos un lugar en nuestra sociedad, voz en el mundo y los puños levantados para decir aquí estamos, son ellas las verdaderas lecturas nocturnas que merecen ser contadas a las nuevas generaciones, pues ellas demostraron que no importa el género ni la adversidad cuando quieres destacar.

• Majo Gómez